La trampa de la felicidad
Cuando éramos niños, nos contaron que íbamos a ser felices, nos contaron que la felicidad era poseer cosas, o ser alguien importante y por esta razón hemos estado toda nuestra vida buscando la manera de comprar más y más cosas y de tener más y más reconocimiento. El resultado es que vivimos en una sociedad donde el porcentaje de gente que padece depresión crece cada año y no sólo en la población adulta, en los últimos años la depresión entre los adolescentes ha subido de forma importante, un estudio sobre jóvenes americanos entre 12 y 17 años evidenció que desde el 2013 hasta el 2016 se produjo un incremento del porcentaje de depresión en un 62%.
¿Porqué pasa esto?
¿Y si tus propios esfuerzos por encontrar la felicidad en realidad te estuvieran alejando de ella?
Ante de todo hay que definir el termino felicidad. En psicología se distinguen dos tipos de felicidad: una relativa a la satisfacción de deseos, este tipo de felicidad no es duradera y está relacionada con estímulos que vienen del exterior. Una buena comida sería un ejemplo de este tipo de felicidad, estoy disfrutando de la comida mientras estoy en ella, pero cuando se acaba, necesito más estimulación exterior para volver a sentir la misma sensación, es una felicidad que dura hasta que dura el estímulo y no está relacionada con ningún factor interno.
El otro tipo de felicidad, está relacionada con factores internos como tener un propósito, valores, ideales y actuar en coherencia con ellos. Cuando vivimos una vida con sentido, aunque en el camino tengamos problemas, incertidumbres o miedos nuestra coherencia interna nos da la fuerza de seguir adelante.
La vida está hecha de momentos y emociones desagradables que algunas veces se llaman también “emociones negativas”, aunque aquí las llamaremos desagradables para no crear rechazo hacia estas emociones que son parte de la vida de cada persona. Llamarlas “emociones negativas”, como se suele hacer en algunos libros de autoayuda, nos hace pensar que están mal y que tenemos que evitar sentirlas y aquí llegamos al centro del problema: el verdadero problema de la trampa de la felicidad no es la búsqueda de la felicidad sino la evitación y no aceptación del dolor.
¡NO QUEREMOS SENTIR DOLOR!
Todo lo que hacemos es intentar escapar de este dolor.
Cuando perdemos a alguien que queremos y cuando no conseguimos algo que deseamos, a causa de esta separación sentimos dolor, a este dolor se le llama aflicción. La mayoría de la gente no quiere sentir esta aflicción, y empieza a utilizar diferentes métodos para escapar de ella. Hay personas que intentan “desconectar” a través de las drogas, el trabajo, o el sexo; otras suprimen esta emoción empujando esta aflicción en lo más profundo de su psique, algunas se obligan a sentir de otra manera, se critican o se culpabilizan.
Estos diferentes métodos para escapar del dolor en psicología se le llaman estrategias de control.
La trampa de la felicidad se construye mediante estrategias de control inefectivas.
Las estrategias que reducen las emociones desagradables a corto plazo en realidad disminuyen nuestra calidad de vida a largo plazo.
Cuando estas estrategias de control son demasiado rígidas y se utilizan de forma excesiva se produce lo que los psicólogos llaman evitación experencial.
Esta es la trampa de la felicidad; para encontrar la felicidad intentamos evitar o liberarnos de los sentimientos que consideramos “malos”, pero cuanto más lo intentamos, más sentimientos “malos” creamos.
Para que tu mismx te des cuenta intenta hacer este ejercicio:
Completa las siguientes frases:
-El pensamiento del cuál más me gustaría deshacerme es…
-La emoción de la cuál más me gustaría liberarme es….
Cuando tengas las respuestas haz una lista de cómo has intentado liberarte de este pensamiento y de esta emoción.
Intenta recordar las estrategias que has utilizado deliberadamente o por defecto.
Por cada una de las cosas que has detectado hazte las siguientes preguntas :
¿Me liberó de mis pensamientos y sentimientos a largo plazo?
¿Cuánto me costó en términos de tiempo, salud, energía y vitalidad?
Claramente no todas las estrategias son negativas, si tus estrategias no han tenido costes importantes y te acercan a la vida que quieres no son problemáticas.
Si en cambio te estás perdiendo cosas que te gustaría hacer, como por ejemplo tener una relación sentimental significativa para evitar sufrir, entonces si son importantes y hay que intentar cambiar estrategias.
Aquí te voy a dar algunas estrategias constructivas para que te acerques siempre más a la vida tal y como es y que puedas realmente empezar a disfrutar de todo lo que está presente.
¿Y ahora qué hacemos?
Una vez detectada la trampa de la felicidad, ¿Cómo salimos de ella?
Ante todo nos puede ayudar aumentar nuestro nivel consciencia a través de las prácticas de atención plena.
El Mindfulness nos ayuda a darnos cuenta de las pequeñas cosas que hacemos para evadir, cambiar o hacer desaparecer pensamientos y sentimientos desagradables.
Estas estrategias están basadas en la emoción, a través de estas estrategias intentamos cambiar la emoción.
Son como un tratamiento sintomático que evita el malestar pero no erradica la raíz de nuestra aflicción.
Para ir a la raíz hay que aprender a sentir lo que “no queremos” sentir con una actitud abierta y amorosa.
Una vez que nos hemos dado cuenta haremos el contrario de evitar que es aceptar.
La aceptación nos permite abrazar la vida, es apertura, es amor hacia todo y sobretodo hacia nosotrxs mismxs.
En occidente el término aceptación para muchos es sinónimo de resignación esto va contra los valores de nuestras sociedades materialistas donde todas las soluciones pasan por hacer algo, buscar una solución.
Aceptar significa abrirte totalmente a tu realidad presente aquí y ahora y dejar de luchar con la vida como es en este momento. Esto no va contra la posibilidad de mejorarse y poner objetivos, la manera más efectiva de introducir cambios en tu vida es empezando por aceptarla en su totalidad.
Esta es la perspectiva del Mindfulness del cambio, la única forma de cambio verdadero viene desde la aceptación de quien somos en este momento y desde ahí cualquier cambio se vuelve verdadero, no nos imaginamos de ser quien no somos.
Esta es la vía para alcanzar una vida satisfactoria y con sentido.
No tienes que creerme, solo te invito a que empieces a practicar y descubras por ti mismx lo que te estoy explicando a partir de mi experiencia personal.
Así que empieza donde estás ahora ….
Un saludo y hasta la próxima !!!